Ya ha pasado un año cuando más de 11.000 camiones y conductores se quedaron varados en las carreteras debido a un temporal que no se supo predecir su intensidad. Este fin de semana se ha cumplido un año de la borrasca “Filomena”, que paralizó el centro del país y dejó muchas carreteras cortadas debido a la gran cantidad de nieve que cayó.

 

 

 

 

 

En pleno siglo XXI, con todas las mediciones y herramientas a nuestro alcance no se pudo predecir la intensidad de una de las nevadas más grandes de la historia de España  y cuyas consecuencias nos marcaron para siempre. Más de 300 carreteras cortadas muchas de ellas pertenecientes a la red principal. También quedo afectado el transporte aéreo y ferroviario, dejando incomunicado ciudades como Madrid y Toledo. Estas son algunas de las consecuencias que nos dejó un temporal que afectó a buena parte del territorio español, con especial incidencia en el centro y este peninsular, pero cuyas consecuencias se dejaron sentir en prácticamente todas las Comunidades Autónomas de nuestro país.

 

 

 

 

 

Recordamos que muchos camiones quedaron varados en las carreteras sin poder llegar a su destino. Esto hizo que en muchos puntos del país sufrieran largos retrasos en la entrega de algunos productos, materiales indispensables para farmacias y hospitales. Nuestros conductores pasaron largas horas en las cabinas de nuestros vehículos sin saber cuándo podrían seguir su ruta y si a lo largo de unos kilómetros no se encontrarían de nuevo varados en la carretera. Muchas veces los conductores sólo podían comunicarse con nuestros técnicos de tráfico en las oficinas centrales de Grupo Perea.

 

 

 

 

 

Familias se quedaron sin poder ver a sus seres queridos. Y a todos estos inconvenientes había que añadir los problemas provocados por estar inmersos en plena pandemia mundial.
A pesar de todos estos inconvenientes y problemas, Grupo Perea, al igual que muchas otras empresas de nuestro sector,  cumplimos con nuestro deber de servir a nuestros clientes y conciudadanos.